Vemos como las marcas características de este objeto son los conceptos de “calidad” y “sentido práctico”, es decir, lo principal es el concepto funcional del objeto, en una perfección constructiva sin adornos.
La Bauhaus hereda estos fundamentos básicos de sus creaciones de su precursora la escuela Deutscher Werbund, fundada en 1907. Así, la estética de este objeto está orientada simplemente hacia los conceptos de eficacia industrial, huyendo de toda decoración individual, toda libertad o toda extravagancia frívola, rasgos que serían característicos de una pieza procedente del modernismo internacional o de las artes industriales francesas, donde la gran tendencia al lujo se considera en la Bauhaus de mal gusto.
Por ello, el funcionalismo útil es empujado a la posición decisiva de la valoración económica y estética.
Atendiendo a la forma geométrica o cúbica de estos recipientes, podemos añadir que en la Bauhaus se compartían las creencias de Le Corbusier de que diseño, arquitectura y tecnología están sujetos a normas similares, donde las grandes formas primarias son el material de trabajo preferido y están consideradas como la quintaesencia de la racionalidad técnica. Por ejemplo, en su escrito programático “Hacia una arquitectura”, Le Corbusier alababa los cubos, los conos, las esferas, los cilindros o las pirámides, calificándolos como puros y bellos. Así que podemos establecer de algún modo cierta similitud entre esta forma de pensar y las bases formales de los productos industriales creados en el ámbito de la Bauhaus, como podemos observar en estos recipientes para la conservación de alimentos.
Esta forma de creación basada en figuras geométricas básicas la podemos observar en gran medida en los productos surgidos en el taller de metalurgia de la Bauhaus, donde Wagenfeld, el autor, estudio entre 1923 y 1925.
Hechos de cristal resistente al calor, estos recipientes modulares de almacenamiento de alimentos están diseñados con la máxima flexibilidad y facilidad de almacenamiento. Consisten en siete piezas apilables de diferentes tamaños provistas cada una de su correspondiente tapa. Fueron creados para su utilización en frigorífico, despensa o en la propia mesa de la cocina. Gracias a su diseño modular, pueden ser utilizados individualmente o como una unidad cúbica.
El sistema “Kubus” de Wagenfeld, el cual fue producido en masa y ampliamente aceptado, ejemplifica el compromiso de la Bauhaus hacia una producción industrial de buenos diseños basados en formas estándar y con precios asequibles.
Aunque realizados cuando el autor ya no trabajaba en la Bauhaus, sino que ejercía de director artístico de la Vereinigte Lausitzer Glaswerke, Wagenfeld siempre tuvo fuertes lazos con la Bauhaus, aunque no estaba de acuerdo con la doctrina de diseño formacional de la institución, demasiado teórica y egocéntrica. Sin embargo, estaba de acuerdo con la visión que tenía la Bauhaus acerca de que la función era un prerrequisito para el buen diseño y que la práctica profesional del diseñador industrial requería de una intensa colaboración entre el diseñador y el fabricante.
Actualmente, Wilhelm Wagenfeld es una reconocida figura de la Bauhaus y se considera que sus diseños representan los ideales que defendía esta institución.
Bibliografía
Bibliografía
Bauhaus / textos: Ute Ackermann... [et al.]; edición: Jeannine Fiedler, Peter Feierabend.
Colonia: Könemann, 2000 [Biblioteca: Casa do Patín]
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