2009/04/08

03. Silla B32 (1928) - Marcel Breuer


Marcel Breuer (1902-1981) nació en Pécs, Hungría, el 21 de mayo de 1902. Estudió en la Bauhaus de Weimar, Alemania, en la época en que Walter Gropius dirigía esta escuela de diseño donde catalizaron las ideas estéticas más importantes del movimiento moderno. Breuer se hizo cargo más tarde del taller de muebles de la Bauhaus, y allí diseñó la primera silla de tubo de acero de la historia, que combinaba las condiciones flexibles de este material con su facilidad para la producción industrial a gran escala.

Tal como describió Gropius, “la Bauhaus evolucionó a partir de una mezcla de profundo abatimiento como consecuencia de la derrota en la guerra y del quebramiento de la vida espiritual y económica y de una esperanza ardiente por construir algo nuevo a partir de esos escombros”.

El diseñador alemán Marcel Breuer unió en 1928 la entrañable calidad de la fibra entrelazada con la futurista tecnología del tubo de acero doblado para crear la primera silla verdaderamente moderna del siglo XX. En la actualidad la firma Knoll International la fabrica en versión original y también tapizada según los criterios de la época en que fue creada. Se produce con y sin brazos y la forma de tubo que además de servir de estructura configura las patas le proporciona una delicada sensación de movimiento.

Su carrera como arquitecto fue eclipsada por el gran éxito que cosechó como diseñador de muebles, considerándolo como un paso previo a la arquitectura. Trataba de crear muebles con sensación de que salieran del propio suelo, con formas sencillas y rectas.

En esta silla se percibe lo que se pretendía con los objetos creados en la Bauhaus: elementos sencillos sin decoraciones añadidas y sin función, y con las partes estructurales vistas e integradas totalmente en la propia silla.

Fue la precursora de muchas otras en cuanto a la utilización de tubo como armazón y estructura fundamental, utilizando además otros elementos geométricos para el asiento y respaldo, logrando así una silla sencilla a la par que elegante. Tal fue el éxito de la utilización del tubo de acero para crear sillas que tanto Mies Van der Rohe como Mark Stam, crearon sillas muy similares y en tiempos muy cercanos. La sorpresa llegó cuando los tres presentaron sus sillas en una feria sin tener conocimiento, supuestamente, de las creaciones de sus compañeros. El más listo fue Mies que patentó su idea de “cantilever” cuando los otros dos no lo habían hecho, lo que le supuso un punto a favor en el juicio que hubo raíz de este conflicto, aunque al final lo ganó Mark.

Además de lo comentado, la razón de que tanto asiento como respaldo fueran hechos con material perforado para lograr un objeto más liviano, menos cargado, más económico y además para evitar la acumulación de polvo.

En la actualidad las sillas en ménsula son productos de masas gracias a los innumerables plagios y copias baratas que hoy se encuentras en tiendas de muebles y decoración, aunque primeramente fueron símbolo de un alto estatus social, tal como exclusivas viviendas berlinesas de artistas o médicos en los años veinte.

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